Rincón Familiar
Solange Alvarado
Agosto, 2011
Ser psicóloga clínica y trabajar en un consultorio me da la posibilidad de ponerme en contacto con las historias que muchas veces las personas no cuentan por temor, vergüenza o culpa.
Esto me ha permitido mirar con mayor respeto y compasión a los seres humanos, así como a valorar el sentido del sufrimiento como la vía de crecer y alcanzar beneficios no identificables a simple vista, ni en el momento en que lo estamos padeciendo.
El caso que motiva este articulo se trata de cualquier mujer dominicana, una madre soltera, trabajadora, responsable y afectiva, con su historia a cuestas, un gran amor por su hija y un autentico deseo de hacer su mejor esfuerzo en la tarea de contribuir a hacer de ella un gran ser humano.
La madre comienza a percatarse de que la chica está un poco inquieta, habla mucho por teléfono, no quiere que le toquen el BB, se ve ansiosa, está muy reactiva, se molesta por las mismas cosas que la madre ha hecho todo el tiempo, como preguntarle donde va y con quien, se retrasa en la hora de actividades pautadas con tiempo, entre otras cosas. La madre comienza a sospechar y busca ayuda profesional para actuar de la mejor manera.
Popularmente se hacen muchos chistes y comentarios sarcásticos sobre estas relaciones que se establecen entre chicas jóvenes, ya adultas, pero muy jóvenes e inmaduras, con hombres que pasan de los 30 o los 40 años. A ellas se les suele catalogar de atrevidas, putas o interesadas, mientras que ellos son disculpados, se les celebra y se normaliza que estén con una chica que pudiera ser su hija.
La verdad es que en la mayoría de los casos que he visto, por más diestra que parezca la chica, se establece un proceso de seducción en el que él sabe qué decir y qué hacer para que ella acceda a la relación. Le dedica tiempo, la escucha y ella se convence de que él es la única persona que la entiende y comprende su situación.
Sabemos que con la experiencia que dan los años y las tareas de conquista que la sociedad machista le enseña a los hombres, es difícil para una chica resistirse a la música que sus oídos quieren escuchar en una etapa como en la que está. Todo lo que la halague tendrá el efecto de validarla como persona y a esto ningún ser humano se resiste.
El problema viene después, más adelante, luego de la conquista.
Con mucha frecuencia la chica queda atrapada en una dinámica de abuso, en la que él controla lo que ella hace, donde y con quien. Esto incluye además el tema sexual y el riesgo de que ella quede infectada de una enfermedad de transmisión sexual, como el Papiloma Humano que ya es una epidemia o el VIH y SIDA que puede terminar con su vida.
Detrás de todas estas relaciones suelen haber historias de carencias, vacíos, necesidades emocionales que regularmente están vinculadas a abandonos de parte del padre de la chica. El amor por ese padre ausente las hace buscarlo desesperadamente en cada relación que llega a su vida.
También suelen haber detrás de estas relaciones ideas erradas e idealizadas sobre el amor, así como creencias machistas sobre lo que es ser hombre y mujer.
1. Siempre observe los cambios en el comportamiento de sus hijos e hijas, la conducta siempre habla, además ellas en su inmadurez se tornan erráticas y poco asertivas. La ansiedad que suele provocar el estar haciendo algo a escondidas regularmente las delata.'
2. No juzgue a su hija, no la culpe ni la vea como una “mala mujer”. Mírela como un ser humano que está creciendo, tiene necesidades y a veces se confunde intentando suplirlas.
3 Al abordar el tema inicie con esos cambios que ha observado, si es necesario anótelos para que no se le olviden. Dígale verbalmente que la ama y la conoce y tiene la preocupación de que algo le está ocurriendo.
4. Al conversar no grite, no use palabras ofensivas, no le diga mal agradecida, no lo viva como un daño a usted, por el contrario hágale ver que es una adulta que todavía necesita apoyo, pero que todo lo que haga en su vida tendrá consecuencias primero para ella y su proyecto de vida.
5. Manéjese con discreción y prudencia, hay que cuidar la historia de la chica pues son temas que la mayoría de las personas no entienden y ella quedará luego, etiquetada y estigmatizada. Solo convérselo con las personas que realmente le puedan ayudar.
6. No la lleve al o la ginecóloga obligada, esto le vulnera sus derechos. Mejor busque ayuda y el o la profesional hará las recomendaciones en este sentido, directamente a ella.
7. Luego de haber abordado el tema no se pase todo el tiempo hablando sobre ello, esto genera culpa y no ayuda a la relación
8. No se muestre guapa o irritable, esto genera una lucha de poder y la lleva a los brazos del caballero. Solo muestre su tristeza y preocupación en los momentos en que el tema es abordado, luego regrese a la cotidianidad.
9. Por ultimo, no pierda de vista el gran ser humano que es su hija, la historia de ella y la suya. No se llene de miedo, haga lo que tenga que hacer y para lo demás, confíe en que
Quererse libre es quererse en un mundo en el que el valor humano de uno y de los demás, cobre categoría de tal en reemplazo del hombre-mercancía, del hombre-productor o consumidor.