sábado, 6 de agosto de 2011

HIROSHIMA Y NAGASAKI, NUNCA MAS



Hiroshima: 8:15 a.m. del 6 de agosto de 1945
El 6 de agosto de 1945, la ciudad japonesa de Hiroshima, situada en Honshu, la isla principal del Japón, sufrió la devastación, hasta entonces desconocida, de un ataque nuclear. Ese día, cerca de las siete de la mañana, los japoneses detectaron la presencia de aeronaves estadunidenses dirigiéndose al sur del archipiélago; una hora más tarde, los radares de Hiroshima revelaron la cercanía de tres aviones enemigos. Las autoridades militares se tranquilizaron: tan pocos aviones no podrían llevar a cabo un ataque aéreo masivo. Como medida precautoria, las alarmas y radios de Hiroshima emitieron una señal de alerta para que la población se dirigiera a los refugios antiaéreos.


ttp://sepiensa.org.mx/contenidos/historia_mundo/siglo_xx/guerra_mundial2/bombatomica/hiroynaga.htm

EGO DE HUESPED (Manuel del Cabral)


Entonces...
¿Quién es que aquí me dice: —mira esta niebla, ven
a recordar tu forma primitiva? ¿No sientes
que andan peces antiguos por tus venas recientes?
¿ Quién el útero virgen del pensamiento preña?
Algo que vaga, crea, si es un ocio que sueña...
Ven a mirar tu origen que es casi amorfo, ven.
No ves que hay un solemne misterioso vaivén:
una onda que viene de no terrestres puntos
y alimenta con hondo e inefable alimento
los más sutiles filtros que hay en el pensamiento.
Barro y alma ¿qué han hecho? ¿Quién los ha puesto juntos
en este espacio ardiendo que va en el cuerpo mío?
¿Hay acaso un sentido no propio que trabaja
desde un remoto aliento tercamente en mis cosas?
¿Si he sido yo otras veces, si tal vez soy el río
que desde alguna oculta montaña siempre baja,
puedo yo estar tranquilo de este andar que no es mío?
Aire puro, a ti solo puedo decirte algo;
si vengo de las nieblas, ¿quién me ha puesto de galgo
en esta caza oscura donde una voz escucho,
una voz que me empuja, una voz que me manda
a recoger, aún viva, la codiciada presa...?
Pero, aire puro, dime: ¿por qué con ella lucho,
y entre mis dientes sangra sólo luz que se agranda,
como si entre mi boca mordiera la belleza?
¿Dime, aire puro, dime, qué voz es la que escucho
que ya no me detengo y es con la luz que lucho?
¿Es que ya entre la sangre que va en el cuerpo mío
lo más distante tiembla con mi nombre,
igual que aquella altura que tiembla bajo el río?

DIALECTICA GENERACIONAL (Manual del Poder Joven)


Ya no está en manos de los partidos el control de Ia situación, sino en manos de los jóvenes. Por tanto, los adultos de todas las tendencias quedan plantados ante sus propias preguntas:
"¿Cómo hacemos para canalizarlos, según indica la experiencia?"
"¿Cómo hacemos para que entiendan que la lucha no es generaciona!, sino en todo caso de sistemas?"
"¿Cómo hacemos para que trabajen por su propio futuro, aceptando las reglas del juego que ponemos nosotros?"
"¿Cómo hacemos para que vayan a la guerra, ellos que son jóvenes y fuertes, mientras nosotros les cuidamos las espaldas por televisión?"
Parece que cualquier cosa que hagan tiene la virtud de poner más en evidencia la mentira del sistema (3).
Las nuevas generaciones comprenden mejor su situación al confrontarse con las precedentes, al sentir el choque con las aún más jóvenes y al plantearse la posibilidad de cambio del medio en que viven.
De otro modo: el momento histórico en que las nuevas generaciones viven se devela casi espontáneamente a sus ojos, por la confrontación con las generaciones instaladas, por las posteriores que recién surgen y por el medio socioeconómico en que les toca alienarse.
Esta comprensión brota además, corno negación del momento histórico y da por resultado una afirmación de la negación, una suerte de nihilismo posibilitario. Los individualistas, los conformistas y el resto de cínicos que respiran el mismo clirna, niegan todo valor posible en la vida y justifican desde el oportunismo hasta la traición.
Pero lo fatal es que no existe otra posición revolucionaria en el momento actual que la afirmación de la negación de todos los valores por ahora en pie. De ahí que todo libertario desconfíe de las melosas mentiras acerca del "amor", la "amistad", la "belleza", la "realidad interior", etc., con que los farsantes distraen la atención para efectuar santamente las peores canalladas.
Porque toda esa jerga de palabras huecas y frases hechas, pertenece al pasado y ha sido acuñada por los explotadores de siempre. ¿Cómo podría creer un revolucionario a quien respete el lenguaje de un momento que él niega?
Tal vez por éso, aunque las palabras sean comunes en la forma, el significado se modifique y los jóvenes puedan amar aparentemente insultando o despreciar con tono amable.
La forma correcta con que los guerrilleros se dirigen a sus enernigos en el caso concreto de la acción directa, muestra casi siempre esa contradicción que alarrna. Tal es el caso del comando que al encañonar con sus metralletas al torturador policial, le indica afablemente: - "Señor mío, tenga la amabilidad de acompañarnos".

(3) "Tanto ellos como los regímenes que defienden, han generado a lo largo y ancho de toda América, una violencia como nunca la hubo en este continente... " Ver "Silo y la Liberación", Tercera arenga prohibida.


EL OTRO (ROSARIO CASTELLANOS, 1925/1974)


¿Por qué mencionar los nombres
de dioses o estrellas,
espuma de un océano oculto,
polen de un jardín recóndito,
cuando lo que nos duele es la vida misma,
cuando cada nuevo día desgarra nuestras entrañas,
cuando al caer la noche nos retorcemos destrozados?
¿Cuándo sentimos el dolor de otro,
alguien a quien desconocemos
pero que siempre está presente,
y es la víctima, el enemigo, el amor
y todo lo que necesitamos
para llegar a ser completos?
Nunca alces tus súplicas a lo oscuro,
no apures la copa de la alegría de un sólo trago.
Mira a tu alrededor:
hay alguien, siempre hay alguien,
que respira tu sofoco,
se alimenta de tu hambre
y, al morir, convive
con la mitad más pura de tu muerte.