Una corriente para la meditación y la acción donde se encuentra la mente sin violencia y el medio ambiente sin contaminación
Es significativo que la Marcha Mundial por la Paz y la No-Violencia se emprenda en un momento en que los conflictos, la injusticia, la violencia y el terror constituyen la realidad del mundo actual.
Quiero pensar en esta Marcha como reminiscencia de la histórica Marcha de la Sal que realizó el Mahatma entre el 30 de marzo y el 6 de abril de 1930, con la que quebrantó la Ley de la Sal, en Dandi, Gujarat. La Marcha de la Sal fue un hecho inseparable de la vida de introspección y experimentación con la verdad del Mahatma.
La Sal que Gandhi tomó sacudió al sistema de colonización británica y movió a toda la nación.
Del mismo modo, esta marcha global debe conducirnos en nuestra búsqueda de la verdad y la compasión. Cuando aprehendemos la verdad y la compasión de nuestra conciencia, es nuestro deber oponernos activamente a la injusticia en la sociedad que nos rodea. Necesitamos meditar y actuar tanto individual como colectivamente para erradicar la violencia de la mente humana y la contaminación del medio ambiente.
Pongamos nuestra esperanza en que la Marcha, que se prolongará hasta el 2 de enero de 2010, no termine ese día, sino que constituya el comienzo de un nuevo viaje hacia un nuevo despertar de nuestro espíritu con nuestra propia verdad y compasión y la vida toda.
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